perder grasa

Mucha gente no tiene 8 ó 10 horas por semana que dedicarle al ejercicio, este puede ser uno de los motivos que llevan a tanta gente a probar métodos “rápidos” para bajar de peso, como las dietas mágicas y los aparatos que hacen el ejercicio por nosotros. A decir verdad, ¿quién no querría perder peso rápidamente? pero ya sabemos que no existe un método mágico para estar en forma sin esfuerzo. Si ganar peso llevó su tiempo, perderlo también lo hará.



Hay formas de realmente perder grasa sin pasarse horas en el gimnasio, ni gastar mucho dinero en dietas de moda que nunca funcionan.

Algo indispensable será comer mayor cantidad de las comidas apropiadas. Mucha gente lo llama “comer limpio” o “comer sano”. Esto hace referencia a consumir alimentos que sean densos en nutrientes, alimentos que sean lo más naturales posibles, como lo son las frutas, vegetales, grasas saludables y proteínas magras.

Si bien no hay nada de malo con el ejercicio aeróbico, centrarse mucho en él puede terminar en ignorar el resto del cuerpo. Los ejercicios ideales son los de entrenamiento de fuerza que utilizan el propio peso del cuerpo.

Otra de las ventajas de este tipo de entrenamiento es que no hace falta tener acceso a máquinas de hacer ejercicio. Una sesión de entrenamiento de 45 minutos, combinada con ejercicios a intervalos hace maravillas comparado con 45 minutos utilizando una máquina de cardio.


Si ganar peso llevó su tiempo, perderlo también lo hará.


Consistencia: El hecho de estar entrenando es algo muy bueno, pero no es tan bueno entrenar una semana y descansar la siguiente. Es importante hacer del ejercicio un hábito y entrenar consistentemente varias veces a la semana. Algunos descansos ocasionales están bien, pero dejar la rutina por períodos largos de tiempo no dará resultados.

Sal de esa “meseta”: Quizás has estado ejercitándote consistentemente y comiendo saludablemente y aún así no ves resultados. Puede que hayas alcanzado una “meseta” por haber hecho la misma rutina demasiado tiempo. El cuerpo necesita ser desafiado para mantener el progreso. Simplemente aumenta la intensidad o el peso y cambia algunos ejercicios por otros. Puedes ejercitar el mismo músculo de mil maneras distintas. También cambiar de máquina en la que se hace precalentamiento es una buena opción, ya que el cuerpo humano es terriblemente adaptable y no tarda mucho en acostumbrarse. Una buena política es cambiar de rutina al menos una vez al mes, e incluir dos ejercicios distintos para cada músculo o grupo muscular.

Esfuerzo: Muchas veces, pensar que podemos o no hacer una repetición más o correr una vuelta más es una cuestión más mental que física. Si realmente estás exhausto, por supuesto que no debes esforzarte más de lo necesario. Pero aún así es importante tratar de siempre llegar un poco más lejos que la última vez que hicimos esa rutina.